Broquel 8 Baldomero Fernández Moreno


BALDOMERO FERNÁNDEZ MORENO
San Telmo, Buenos Aires, Argentina 1886-1950

TRÁFAGO

Me he detenido enfrente del congreso
y en medio del urbano torbellino,

he soñado en un rústico camino
y me he sentido el corazón opreso.

Una tranquera floja, un monte espeso
el girar perezoso de un molino
la charla familiar de algún vecino,
¿no valen algo más que todo eso?

Se ahogaban en la esquina algunas flores;
a formidables tajos de colores,
abríase el asfalto humedecido
como esbonzando trágica sonrisa.

¡Quién va a fijarse en mí, si hay tanta prisa!
¡Quién va a escuchar mi voz, si hay tanto ruido!

Poeta argentino, su poesía universal y hondamente nacional al mismo tiempo ha inmortalizado la estética de los barrios porteños y la cálida placidez de las provincias y sus características rurales. Su infancia en España y su admiración por Antonio Machado también determinaron su obra, ajena al modernismo en boga.

Biografia:
De su discurso del 1 de mayo de 1927, sobre “Recuerdos líricos en torno de mis versos,”
elegimos: “CONCLUSIÓN”.
En este ambiente, apenas esbozado, se deslizaban los años de mi infancia. El mar y
las montañas me daban a diario su lección de grandeza, y el milano, clavado en el azul luminoso,
la suya voluntad. Aprendí a amar a los árboles corpulentos y a comprender a las piedras ingentes,
rocas o ruinas. El dialecto montañés halagaba mi oído con su fonética cariciosa, y allí se me pegó
para siempre este acento castellano que todos habréis notado en mí, y que a veces
exagero por gala.
Declaro que amo con todo mi corazón a aquel rinconcillo montañés, batido por el ábrego, y en
cuyo camposanto descansaban mis abuelos. Pero creo que aquella vida me iba
preparando, insensiblemente, para la obediencia y la resignación.
Entre el maestro brutal y rutinario, y el cura, vigoroso fuelle del Infierno, mataban en flor
toda iniciativa, paralizaban cualquier arresto ante el mundo. Sobre mi naturaleza tímida,
 así ocurrió por lo menos.
Yo vivía de pura imaginaciones. Sin embargo, algo había en mí que me aislaba del ambiente.
Yo no era montañés, como todos mis compañeros. Yo me sabía una excepción. Yo era esa cosa
clara y radiante que implica la palabra argentino en su dulce sonoridad. Sospechaba que alguna
vez superaría el círculo de montañas para volar a algún punto magnífico de la tierra.
Con todas las potencias de mi alma aspiraba a la paria desconocida. Aun se pasaron
dos años en Madrid.
Pero una tarde dorada del mes de septiembre del año 1890, desde la borda de un barco y con
lágrimas en los ojos, avisté en todas su grandeza mi ciudad nativa. Hace 27 años que no me
muevo de ella. En Buenos Aires vivo. En Buenos Aires canto. Y en Buenos Aires espero. *******

Amantes
 Ved en sombras el cuarto, y en el lecho                Un desorden de sábanas y almohadas,
 desnudos, sonrosados, rozagantes                         dos pálidas cabezas despeinadas,
 el nudo vivo de los dos amantes                             una suelta palabras indiferente,      
 boca a boca y pecho a pecho.                                                        
                                                                                 
 Se hace más apretado el nudo estrecho,               un poco de hambre, un poco de tristeza,
 bailotean los dedos delirantes                               un infantil deseo de pureza  
suspéndese el aliento unos instantes…               y un vago olor cualquiera en el ambiente. 
 y he aquí el nudo sensual deshecho.                     

Ponderaban su mirada poética Ezequiel Martínez Estrada, Jorge Luis Borges y Leopoldo Lugones. En aquel
Buenos Aires solía encontrarse con algunas las figuras más relevantes del mundo literario porteño: Alfonsina
Storni, Enrique Méndez Calzada, Nicolás Coronado. De esos años nació una amistad inquebrantable
con el uruguayo Enrique Amorim que perduró hasta el día de su muerte
Su  soneto más recordado es Sesenta balcones y ninguna flor.
Baldomero nace en Buenos Aires en una amplia casa de la calle México 671, hijo primero de
cinco hermanos. Sus padres Baldomero Fernández y Amelia Moreno, comerciantes españoles, castellanos,
 poseían una sólida posición económica que se iría deteriorando paulatinamente hasta la ruina total.
Contaba Baldomero tres años cuando su padre debe rematar la propiedad. Realizan un corto viaje a
Europa y permanecen en Buenos Aires tres años más. Al cumplir los seis años, su padre decide regresar
con su familia con la intención de afincarse definitivamente en España. La aldea de Bárcena está
enclavada en la montaña y de cara al mar. La prosperidad económica y la sencillez aldeana permiten a
Baldomero disfrutar de una infancia venturosa. La escuela con un sólo maestro le ofrece una enseñanza
rudimentaria en la que se alterna la gramática con la historia sagrada y las matemáticas elementales.
 La vieja iglesia románica de la aldea donde concurren los Fernández, los juegos con los otros niños y los
paseos a los pueblos lindantes habrían de dejar una impronta indeleble en su obra. En 1897 su padre decide
 regresar y probar fortuna nuevamente en la Argentina. Baldomero ingresa al Instituto del Cardenal
Cisneros, comienza con un lento aprendizaje literario descubre a los poetas argentinos, americanos y
españoles: Echeverría, Obligado, Núñez de Arce, Campoamor. Se despierta en él ansias por la lectura.
Sin espíritu selectivo lee todo lo que cae en sus manos. La familia se traslada a una quinta en el barrio de
Almagro, que les recuerda a la magnífica casa de Bárcena. Pero esta prosperidad no dura demasiado y
 el joven estudiante concluye su bachillerato en el viejo Nacional Central de su Elegía. Ingresa a la
 Facultad de Medicina, entre tanto los vaivenes económicos hacen que la familia deba mudarse
 constantemente hasta refugiarse en un vieja y alejada casa de Floresta. A la vez que avanza con sus
 lecturas: Bécquer, Lugones, Darío, los hermanos Machado sobre todo Antonio, Baudelaire y Verlaine.
Concluye sus estudios de Medicina y las prácticas en el Hospital Español. Un amigo sugiere que visite
 Chascomús para ejercer su profesión y es en ese lugar donde decide instalar su consultorio, mas la poesía
 brota con su propia voz y surge con tal intensidad que comienza a dudar de su vocación. Los pacientes son
pocos y la vida no ofrece mayores atractivos, a no ser las veladas de póquer y truco en el Club Social o
en el de Regatas. Tiempo después explora algunos pueblos aledaños y  a principios de 1914 se instala en
 Catriló, situada entre la nada y la soledad de la pampa. En 1915 sus amigos le instan a publicar su primer
libro “Las iniciales del misal”, el éxito, el entusiasmo de su presentación, los amigos literarios, el café y
la calle desordenan su vida y su labor de médico cae en abandono. En 1918 publica “Por el amor y por ella”
y al año siguiente se casa con la inspiradora de estos poemas, Dalmira del Carmen López Osornio a quien
conoció en Chascomús. El matrimonio se instala en Huanguelén, un pueblito del sur de la provincia de
Buenos Aires. En 1924 sus dos vocaciones paralelas son contradictorias y la crisis se resuelve
abandonando definitivamente la medicina. Fue colaborador en periódicos y revistas, considerado uno de
 los más importantes exponentes de la corriente o tendencia denominada sencillismo.
Obtuvo el Premio Nacional y el Municipal de Literatura y fue miembro de la Academia Argentina de Letras,
 presidió la primera comisión directiva de la SADE.  En 1937 la muerte de su hijo Ariel lo abruma
 profundamente provocándole un descenso del nivel vital, durante este lapso la cosmovisión del poeta
se vuelve oscura y desesperada, que expresa en “Penumbra” breves poemas agrupados.
 Al nacer su primera nieta escribe “El Libro de Marcela” ambos se publican  en un sólo volumen
 después de su muerte en 1951. Al cumplirse los veinticinco años de su primer libro la SADE le dedica
un homenaje extraordinario en el Teatro del Pueblo que alcanza repercusión pública. Ha inmortalizado
 la estética de los barrios porteños y la cálida placidez de las provincias con sus características rurales,
además mezcla el intenso erotismo con la más alta espiritualidad en sus versos cuidados y simples.
En 1950 La SADE le otorga el Gran Premio de Honor por el libro Parva editado un año antes, premio
que implica un reconocimiento por su vasta obra.
En la esquina de Francisco Bilbao y Rivera Indarte, una placa de bronce colocada  en el frente de la
hermosa y señorial casona recuerda que allí vivió el poeta. También en su homenaje se ha bautizado con
su nombre a una calle de la zona del barrio de Flores Sur de la ciudad de Buenos Aires.

Bueno, ¿y qué?
Aunque tuvieras, poeta,
un castillo en una cumbre,
un salón lleno de lumbre
y un gran sillón de vaqueta;
al llegar la noche quieta,
sobre mi hastío de pié,
y componiéndome el talle   
me diría: bueno, ¿y qué?  
me largaría a las calle,
a la calle y al café.
       
Nació en San Telmo, Buenos Aires, Argentina.
El 15 de septiembre de 1886 y fallece el 7 de junio de 1950.
                                            

Según Borges Buenos Aires fue “vista para siempre”, citando este breve poema de Baldomero Fernández Moreno: Ocre y abierto en huellas el camino  /  separa opacamente los sembrados.  /  
Lejos, la margarita de un molino.

   


   


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LA MUJER ARTÍFICE DE LA PATRIA
La mujer en las luchas por la libertad

En las Invasiones Inglesas (1806-1807), las ollas de agua arrojadas por mujeres desde las terrazas y techos, son más conocidas que algunas actuaciones individuales. Manuela Pedraza, la soldado tucumana, combatió con su marido por las calles de Buenos Aires. Cuando cayó muerto a su lado, ella mató al inglés que le había disparado y continuó peleando por sus ideales.
Manuela Ana Perichón de Vandevil de O´Gorman, fue figura central con poder político en la Reconquista de Buenos Aires. Su nieta Camila, Protagonizó un famoso drama de amor, durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas.
La historia de Martina Céspedes y sus tres hijas, ers de 1807. Era dueña de una pulpería en el actual barrio de San Telmo. Con la promesa de darles aguardientes, estas mujeres hicieron entrar de a uno, a 12 soldados ingleses con la excusa que el pueblo no notara que violaban la orden del virrey de no dar atención a los invasores. Los golpeaban en la cabeza, eran atados y llevados a un patio en calidad de prisioneros. Martina se presentó ante Liniers y le entregó sólo a 11 prisioneros, porque el que faltaba había simpatizado con su hija Josefa permiso para quedárselo. Liniers se lo concedió y nombró a Martina Sargento Mayor por su valor y astucia.
Es de destacar que también hubo guerreras y espías en el Ejército del Norte.
María Remedios del Valle, de raza negra y esclava, fue una de "las niñas de Ayohuma" Luchó fusil en mano, fue herida y tomada prisionera. Vio morir a su esposo e hijos en acción. Belgrano la nombró Capitana.
Juana Moro de López,  "La emparedada", lideró en Salta junto con Loreto Sánchez de Peón una red femenina de espías. Sedujo a realistas como parte de su espionaje. Denunciada y apresada por sus actividades clandestinas, fue condenada a morir de hambre tapiada en su propio hogar, pero sus vecinos hicieron un boquete en una de las paredes y por allí le pasaron alimentos y agua salvándola así de la muerte.
La Coronela Juana Azurduy descolló por sus dotes militares. Guerreó contra los españoles codo a codo con su marido y luego sola.
Sus Hijos murieron en las luchas. Belgrano la vio pelear y le obsequió su sable. A instancias del mismo Belgrano la valentía de Juana fue premiada por el Director Supremo Pueyrredón con el grado de Teniente Coronela, único caso en nuestro ejército. Fue heroína de la Independencia, popular por su coraje en la guerra de emancipación de Alto Perú. También luchó junto a Güemes. Murió en Chuquisaca, muy anciana, pobre y olvidada.
Magdalena (Macacha) Güemes de tejada ( 1787-1866), salteña, hermana del General Martín de Güemes héroe de la independencia Argentina. Convirtió su casa en taller para confeccionar ropa para los soldados. Sacó partido de su inteligencia y posición para desempeñar tareas arriesgadas como la de obtener información entre los realistas. Participó en múltiples negociaciones utilizando su influencia para inclinarlas a favor de la causa patriótica.

Las mujeres de mayo


Transcurre el 1801, los rumores y comentarios inundan la gran aldea. María de los Santos Sánchez, Mariquita, con sus catorce años, ha osado desobedecer la voluntad de s u padre, riquísimo comerciante criollo, quien acordó que su hija se casara con Diego del Arco, distinguido caballero español, mucho mayor que la jovencita las damas de la sociedad horrorizadas creen muy acertada la decisión paterna de encerrarla en un convento como castigo. Pero la niña no cede y es el mismísimo Virrey Sobremonte el que autoriza la boda de Mariquita con Martín Jacobo Thompson. El acontecimiento impensable en este Siglo XXI, no sólo afirmaba sus derechos en la vida privada de la joven sino que era un paso precursor para el desempeño público de la mujer. Al exigir el derecho individual abría el camino ciudadano. La pareja tuvo una repercusión especial en la sociedad porteña; nuevas ideas en mentes jóvenes. Ella cumplió un papel fundamental en la tormentosa historia argentina. Sus cartas, diarios y demás escritos funcionaron como imprescindibles redes de contacto e información en época de exilios y muerte. Acompañó a su marido en las conspiraciones contra Cisneros. Fue su hogar el que acunó gritos de libertad. Otras damas también participaron en la causa con igual pasión.
Casilda Igarzábal, esposa de Nicolás Rodriguez Peña, Encabezando a un grupo de señoras, el 18 de mayo, presiona y exhorta a Cornelio Saavedra, diciéndole "no hay que vacilar". El Comandante del Cuerpo de Patricios, dudaba en ponerse al frente del movimiento contra Cisneros, en esta oportunidad las damas lo invitaron a la quinta donde Juan José Castelli, Manuel Belgrano y otros, preparaban la estrategia la expedición al Alto Perú, son las mujeres las que sostienen con sus donaciones la empresa. Además Mariquita también Bernardina Chavarría mujer de Juan José Viamonte, lideran al grupo femenino, que trabaja anónimamente. Juntan dinero, organizan actividades sociales lucrativas, hacen reuniones clandestinas, cosen, argumentan en uno u otro oído masculino, parecen pequeños hechos pero...sostienen grandes hechos.
Maria Guadalupe Cuenca, esposa de Moreno, es con quién el patriota pudo discutir estrategias acertadas. Sin saber que su marido había muerto siguió enviándole cartas a su destino en Europa. A estas abnegadas y visionarias mujeres se las recuerda como damas que legaban joyas, cosían uniformes o curaban heridas, sin embargo las hubo bravas y espartanas, temibles como amazonas, fueron las mujeres que acompañaron a sus hombres en las luchas por la libertad u sus propios caminos de emancipación.

Las mujeres evolución de la cultura


Juana Manuela Gorriti Zuviría, salteña (1818-1896, fechas discutidas), hija del general José Ignacio Gorriti y de Feliciana Zuviría. Por la militancia unitaria de sus padres, debieron emigrar a Bolivia. Sobrina del célebre político y canónigo Juan Ignacio Gorriti. Talentosa e innovadora escritora, también  famosa por las peripecias de su vida y por su notoria afición a la cocina.  Su matrimonio con Manuel Isidoro Belzú, fue desgraciado, pues éste en su afán de permanecer en el centro de la vida de Bolivia no dudó en conspirar y fomentar rebeliones en su país. Se lo ubicó como uno de los más representativos “caudillos bárbaros” que gobernaron esa tierra. En Lima, Juana, creó una escuela de educación primaria, donde tuvo origen su famoso salón literario que congregó a las personalidades más sobresalientes. Sus cuentos y novelas fueron publicados y difundidos en Chile, Colombia, Venezuela y Argentina. Luego de la caída de Rosas también en Madrid y París. Hasta la muerte de Belzú fueron muchos los sufrimientos de Juana Manuela, quien luego de despedir los restos de su esposo logró trazar una línea sobre su pasado. Se establece en Buenos Aires; recopila e
imprime su producción y escribe relatos autobiográficos. Precursora de la novela argentina. Por su vida llena de situaciones difíciles dónde tuvo que valerse por sí misma en un mundo hostil e insensible a sus aspiraciones, construyó el camino que le permitió ser una literata valiosa y en su madurez una política. Progresista. Creadora de novelas, fantasías, leyendas y descripciones americanas. Su notoria afición por la cocina, dio origen a su libro de arte culinario “La cocina ecléctica” que además del valor gastronómico, tiene un gran valor documental ya que aporta muchas recetas folclóricas argentinas, de otros países latinoamericanos e incluso cocina europea de su época. Las empanadas son llamadas en Bolivia “salteñas” debido a que fue ella la que difundió su preparación y consumo en ese país. Innovadora del discurso femenino y el imaginario nacional, en su producción es posible descubrir la forma en que se creó un espacio femenino dentro de las comunidades de cada país, el lugar de la literatura en las sociedades poscoloniales y la intimidad de
las guerras por la independencia, en las que la mujer ocupó un lugar fundamental. Su vida transcurrió entre Lima y Bs. As. Anciana y enferma regresó a Salta.
Juana Manso (1819-1875) Escritora, traductora, periodista, maestra y precursora del feminismo en Argentina, Uruguay y Brasil, poeta y gran oradora, autora de novelas históricas, denunció las opresiones de la época. Participó en las luchas de la Revolución de Mayo de 1810. Intervino en el gobierno de Bernardino Rivadavia, fundó escuelas y el Ateneo de las Señoritas. Su amigo José Mármol la instó a escribir en diarios regionales. Identificada con el romanticismo de Esteban Echeverría publicó poemas bajo diferentes seudónimos. Se casó con un violinista apenas discreto Francisco de Saá Noronha. En Brasil publicó historias y tratados filosóficos y obtuvo varios éxitos con obras teatrales La familia Morel, A Saloia, A Esmeralda y Rosas. Fundó su primer semanario Jornal das senhoras. Regresó a Buenos Aires y publicó Los misterios del Plata, referido a las persecuciones de Rosas, libro de gran éxito. Editó Álbum de señoritas y La familia del comendador. José Mármol la presentó a Sarmiento, coincidieron en promover las escuelas públicas y mixtas. Cuando fundó la Escuela Normal Mixta N°1 Manso fue nombrada Directora. Postuló el aprendizaje basado en la observación y la reflexión, el respeto a las necesidades y grados de maduración del niño, base de la enseñanza pública, adquirida por las escuelas del mundo. Sarmiento la consideraba como la única en América del Sur que había interpretado su plan de educación. Fue la principal contribuyente a los “Anales de la Educación”, creada por Faustino Sarmiento para difundir nuevos planes de enseñanza. Escribió el primer manual de historia con lenguaje sencillo, para los primeros años de enseñanza. Con Sarmiento como presidente fundó 34 escuelas con bibliotecas públicas, introdujo el inglés, las planillas de asistencia, la realización de concursos para los puestos directivos, promovió un proyecto de profesionalización docente en la Legislatura de Bs. As. Fue la primera mujer vocal del Departamento de Escuelas en 1869 y también la primera incorporada a la Comisión Nacional de Escuelas, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda. En el semanario Flor del aire, rescató la vida de mujeres que lucharon por la independencia y la libertad como Manuela Pedraza y Juana Azurduy. Murió a los 55 años; sus restos descansan en el Panteón del Magisterio en el Cementerio de la Chacarita. La poetisa Juana Manuela Gorriti despidió sus restos diciendo: “Gloria de la educación, sin ella nosotras seríamos sumisas, analfabetas, postergadas,  desairadas. Ella es el ejemplo, la virtud y el honor que ensalza la valentía de la mujer, ella es, sin duda, una mujer.”
Rosa Guerra es la primera autora teatral argentina de la que se tiene noticia cierta. Fue maestra desde los 13 años, fundó una revista de educación, escribió con el seudónimo de Cecilia en La Tribuna, La Nación Argentina y El Nacional. En 1860 publicó la novela LucíaMiranda. En 1863 editó su libro de lectura para niños y en 1864, año en que muere, Desahogos del corazón, un volumen de poemas. También la leyenda de Lucía Miranda inspiró a otra escritora argentina del siglo XIX. Sobrina de Juan Manuel de Rosas, hija de su hermana Agustina Ortiz de Rosas la más hermosa de su época y del general Lucio Norberto Mansilla, hermana de Lucio V. Mansilla (Una excursión a los indios ranqueles) y prima de Manuelita Rosas, nos referimos por supuesto a Eduarda Damasia Mansilla Ortiz de Rosas, (1834-1892). Precursora en su género, traducida a otros idiomas, logra un nombre destacado por su labor literaria. Perteneció a una verdadera elite, tanto en lo social como en lo político y cultural. Se casó con Manuel Rafael García con quien tuvo seis hijos. Acompañando a su marido, recorrió las grandes ciudades de Europa y Estados Unidos. Consagrada en el mundo de las letras llegó al Viejo Continente por segunda vez y durante ocho años
su salón brilló con la presencia de grandes escritores: Víctor Hugo, Jules Massenet, Laboulaye... Escribió la novela El médico de San Luis, artículos sobre educación musical, reseñas de actividades musicales de Bs. As., composiciones para canto y piano. Reclamó la creación de los Conservatorios de música y actuación y una ley protectora del teatro nacional. Estuvo radicada en Francia y a su regreso estrenó su obra La marquesa de Altamira. Otras de sus obras fueron: Pablo ou la vie dans
les pampas, Cuentos, Recuerdos de viajes, Creaciones, Marta, Cuentos fantásticos. Eduarda formó parte de un mundo de elevado nivel intelectual y artístico. Tanto Rosa Guerra como Eduardo Mansilla se inspiraron en la leyenda de Lucía Miranda creada por el imaginario nacional, donde se acunan el romanticismo y femineidad.

Todas las mujeres a las que nos hemos referido fueron los cimientos de un país donde todo estaba por hacerse. Dibujaron caminos mágicos, encendieron brasas de luchas, fueron arquitectas de sueños por donde hoy camina la mujer ama de casa, estudiante, profesional, defendiendo día a día su lugar en la sociedad de esta patria que desde diferentes lugares logran construir.
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¨ CUARTEADOR  ¨¨   POETA ¨¨  MÚSICO
A. Gregorio, Fray Pimiento, Gregorio Jiménez, Ángel Arroyo y Mario Reguero, fueron sus seudónimos.      

 “BRISAS CAMPERAS     Estilo argentino                                           
 ¡Que hermosa es de madrugada
 oír, al nacer la aurora
 trinar de ave canora
 en medio de la enramada!
 Sentir balar la majada
 cuando al campo se encamina
 y escuchar en la cocina
 a la linda paisanita
 que canta una vidalita
 de nuestra tierra argentina.                              ÁNGEL VILLOLDO

 “Trabajó de cuarteador en el Barrio de Barracas. No desestimaba ninguna labor. Montado en su caballo solía esperar al pie de las barrancas para sacar del barro carros y tranvías. Amarraba una soga a su caballo y cinchaban hasta subir la cuesta. Fue  tipógrafo en el diario La Nación, periodista en Caras y Caretas y Fray Mocho. Autor teatral, director y letrista de coros carnavalescos, libretista de sociedades corales, clown de circo y payador de nota”. Acompañado de su guitarra con armónica adosada supo contar historias pícaras y sus diálogos referían al inquilinato del barrio, cuestiones amorosas que retrataban la forma de hablar del estrato social bajo de nuestra sociedad. Su fácil verba le sirvió para entreverarse con payadores en actuaciones poco académicas y subidas de tono. En 1889 publicó una recopilación de “Cantos criollos” versos que le pertenecían. En 1916 “Cantos populares argentinos” en conmemoraciones al Centenario de la Declaración de la Independencia. En 1917 fue autor del sistema de aprendizaje de guitarra por cifra, denominado “Método América”. Consagrado compositor de infinidad de tangos entre ellos: “El porteñito”, “El esquinazo”, “Cantar eterno” éste último grabado por el dúo Gardel-Razzano.

DOÑA JUANA RABANITO                                                                                 
Doña Juana Rabanito                    En el barrio donde vive         La otra tarde iba la vieja                   
viuda de Pepe Barbosa,                 la tienen por curandera          por la calle de Suipacha
es la vieja más chismosa               y hace veces de partera,        junto con una muchacha
que en el mundo puede haber.      cuando llega la ocasión;        algo gruesa por demás;
Del asunto más pequeño               y lo más extraordinario         al verme me dijo riendo,              
forma un cuento más que largo    Es que a muchos a curado     y haciéndome una guiñada
Ya pueden hacerse cargo              sólo con haberles dado         “Esta chica está empachada…
Como será la mujer                       agua de apio cimarrón.         y la tengo que curar”.

Sabe la vida y milagros                 Doña Juana Rabanito            Es tiradora de cartas    
de la humanidad entera:                es una vieja muy lista,           y cobra ochenta centavos,
es curiosa, gran cuentera               una tremenda pleitista           y a su casa muchos pavos
y enredista de mi flor;                   y embrollona sin igual,         van a hacerse desplumar
sabe cuál de los vecinos                pues en un pleito que tuvo    Es la vieja Rabanito
come puchero o asado                   con don Martiniano Ríos      un engendro viperino
si paga de fiado                             le formó tan grandes líos       que al mundo sólo vino
o si es algún embrollón                 que lo dividió en canal.         enviado por Satanás.



Se cuenta que:
 *El director de orquesta Roncallo ofrecía en un situado  en  calle Cangallo, un repertorio de música ligera, temas de zarzuela, valses populares, música criolla. Villoldo le propone estrenar su nuevo tango, al que por supuesto se negó terminantemente, pues en ese ambiente un tango era muy mal visto. El compositor insiste y le dice con total picardía que lo presentara como “Danza Criolla”, esa noche los aplausos de los presentes la eligieron como un éxito.*
 *En 1906 los marinos de la Fragata Sarmiento en su recorrida anual de instrucción con sus cadetes de la armada llevaron quinientas partituras del tango “La morocha” letra escrita en forma sencilla y música de Enrique Saborido. Se considera que fue el primer tango que se difundiera por Europa.*   
 *Durante la I Guerra Mundial un grupo de periodistas destacados se encontraban en el frente alemán, entre ellos el argentino Tito Livio Foppa, fueron invitados a un ágape oficial, el pianista ejecutó para cada agasajado el himno que representaba a su país, al desconocer el nuestro, preludió las notas de “El Choclo” como el himno de nuestra patria.*    
 
    Diríase que sin atardeceres y noches de Buenos Aires no puede hacerse un tango
    y que en el cielo nos espera a los argentinos la idea platónica del tango.
    Su forma universal (esa forma que apenas deletrean La Tablada o El Choclo);
    y que esa especie venturosa tiene, aunque humilde su lugar en el universo.
Fragmento de “Evaristo Carriego” de Jorge Luis Borges

Su gravitación fue tan importante en sus inicios que se hizo merecedor del apelativo de “Padre del tango”. ÁNGEL GREGORIO VILLOLDO nació hacia 1861 en el Barrio Sur de Buenos Aires y murió a los cincuenta años el 14 de octubre de 1919.

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*El Albatros*
Ricardo Rojas escribió el poema “El Albatros” durante su confinamiento en la cárcel de Ushuaia, entre enero a mayo del año 1934. No solamente se sintió desterrado sino que descubrió un mundo nuevo. El Sur desconocido, el suelo helado de la lejana isla austral y dice:
                                          Después de haber andado vagabundo
                                           por todos los caminos de la tierra,
                               llegué , por fin , al límite del mundo.
 El Albatros, largo poema compuesto por ciento treinta y cuatro tercetos endecasílabos con rima consonante en el primer y tercer verso.
                                          Y el canto del destierro se levanta,
                                          épico albatros que las nubes hiende
                                          y al mar su ala tenaz, doma y encanta.
Emplea un verso suelto para manifestar la imagen dinámica del ave que no es más ave, sino símbolo del hombre-poeta, dando un mensaje de vida, libertad, amor y esperanza. Su poema es un testimonio histórico, en el cual la angustia del exilado lo hermana con José Mármol, en su destino común de peregrino en las últimas latitudes.
                                          Proscrito de un tirano, Mármol vino
                                         hasta este mar de vientos y de hielos,
                                          y aquí empezó a cantar su “Peregrino”.
Describe la cruda realidad del penal en los siguientes términos: “El Penal de Ushuaia, que antes se llamó Presidio Nacional, ocupa un área de 400  metros de frente sobre el canal de Beagle y 200 de fondo, hacia la cordillera  Le Martial. La imponente mole de piedra señorea entre el humilde caserío de tablas que la circunda… y la vida transcurre en el encierro monótono a que el clima austral obliga. Por su economía y  sus costumbres, toda la aldea es un apéndice del presidio…Semejante régimen de vida no puede sino bestializar a quienes la sufren, sin provecho para la sociedad cuando están recluidos y con peligro para ella cuando salen en libertad”.
En sus escritos supo observar las bellezas naturales del paisaje austral, recopilar los mitos indígenas, como así sus costumbres y describir la flora y fauna. Nos encontramos con una retórica del dolor en:  
Frente al pórtico negro del Presidio,
                                          de cuya evocación aun me aterro,
                                          yo, que por leyes de justicia lidio,

                                          pregunté si en las celdas del encierro
                                          estaba el que en las aras fue perjuro,
                                          el que ha su pueblo hirió a golpes de hierro,
                                          …………………………………………….
                                          Y pregunté por todos los sayones
                                          que a la Patria violaron en su fuero,
                                          golpe de furca a bandos y pregones;

                                          pero ninguno estaba prisionero.
Ricardo Rojas trasmite a través de sus versos la sensación del desamparo, de la cautividad, del vacío y del confín sin horizonte. La soledad del hombre confinado descubre un espacio tópico adverso. Los elementos que constituyen el paisaje nuevo a los ojos del escritor son: el viento, las costas heladas, el mar y el suelo rocoso de la isla.
                                         Aquí la vida entre la nieve exhuma
nuevos seres en vórtice de amores,
                                          desde un abismo de silencio y bruma.

                                         Tierra del Fuego esta región se llama,
                                         porque en las nieves de la isla fría,
                                         fuego de roble al vendaval se inflama.
El poeta utiliza una comparación para describir su estado de ánimo, es un barco encallado. Está abatido por su situación de encarcelamiento sin juicio previo. No sólo alude a su drama de cautivo,




sino también a la tragedia del cautiverio. La injusticia es intolerable, el poeta sufre el rigor de zona fría, ya que había nacido en Santiago del Estero. La figura animal devino en imagen literaria para el poeta, convirtiéndolo en símbolo. El Albatros remontó su vuelo heroico para la conquista final, porque en su dolor aprendió que el que conquista entrega. El poema épico-lírico fue publicado por primera vez en el diario La Nación, en su primera página de la segunda sección, el domingo 3 de febrero de 1946. Ricardo Rojas aclara que: “El Albatros es un pájaro de los mares australes, cuyo mayor ejemplar recibe el nombre de “diomedea exulans”, por Diómedes, uno de los héroes que combatieron en el sitio de Troya, convertidos luego en aves. Exulans, exiliado, por las remotas latitudes donde mora. Sus alas son blancas y puede volar leguas sobre el mar en tempestad”. También su fe se tornó   poesía, decantación moral y estética del alma.
Cristo invisible, en carnes de pesares,
                         con mis dos brazos abiertos,
                                                 la cruz viviente alumbre aquí los mares;
El poeta se declara émulo del ave austral, extiende sus alas en máxima envergadura proclamando profético, el misterio del dolor humano.